Universal Music presenta “My One And Only Thrill”, el segundo álbum de la cantante, pianista, guitarrista y compositora Melody Gardot.
Por más sorprendente que sea -y realmente lo es- la historia de cómo Melody Gardot se sobrepuso a las graves secuelas de un accidente de tránsito casi fatal y llegó a grabar su disco debut y transformarse en la nueva sensación jazzera de 2008 no es el hecho más extraordinario sobre esta cantautora de 26 años nacida en Filadelfia. Lo es simplemente que tenemos aquí una artista en un millón; una voz única capaz de llegar al alma.
Diez canciones propias más una deliciosa versión del clásico “Somewhere Over The Rainbow” que abarcan un amplio abanico de estados emocionales, hacen necesario un corazón -y oídos- de piedra para permanecer inmune al canto de esta sirena de medianoche. Al piano, la guitarra y cantando la Gardot es sencillamente cautivante; en vivo captura y mantiene a la audiencia en vilo desde su frágil encanto de chica salida de otro tiempo.
Ritmos latinos, blues que nos hacen chasquear los dedos y profundas canciones jazzeras cuya lírica parece proceder de una larga vida curtida por amores, pérdidas y anhelos, demuestran una madurez sorprendente para una artista tan joven.
Entre nueve meses de giras, “My One And Only Thrill” fue gestándose, primero en la mente de Melody, luego tocándolo con su banda -Charles Staab en batería, Ken Pendergast al bajo, el trompetista Patrick Hughes y el saxo de Bryan Rogers- hasta llegar finalmente al estudio con todas las canciones ya escritas. Lograr esa economía de recursos y la aparente simpleza significa determinar justo lo que cada canción necesita: algo natural para estos músicos, que lo trasladaron del vivo al estudio. En palabras de Melody: “Lo que hace un gran disco es tener cerca a la gente que te conoce instintivamente y saben lo que querés, incluso sin pensarlo”.
Pero quizás el arma secreta aquí es el agregado de los arreglos orquestales del legendario Vince Mendoza, que ha trabajado con grandes artistas como Joni Mitchell, Al Di Meola o Joe Zawinul. Sus orquestaciones también cubren una amplia gama de sonoridades: de suaves y brillantes ritmos latinos a lentos y ocres dramas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario