El hombre amaba a las mujeres.
Cantaba con un estilo único.
Enseñaba a corazón abierto dando lo que sabía sin cálculos.
Contaba las mejores historias.
Se quejaba de todos a veces.
Criticaba despiadadamente a quienes no le gustaban.
Hoy te quería, mañana te ignoraba.
En definitiva era un ser humano con un talento y una vida excepcional.
Yo, que compartí algunos ratos con él, lo recuerdo con afecto.
Gracias viejo.
Damián
Escucha aquí Grito Santiagueño de su cd póstumo
fotografía: Pablo Mehanna
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