lunes, 28 de abril de 2008

Músico de la semana: Warne Marsh


WARNE MARSH

El saxofonista tenor nació en Los Angeles, California, el 26 de octubre de 1927. Era hijo de un violinista de origen ruso, lo que significó que la música ya estuviera en casa y le ofreciera un abanico instrumental vasto, desde el acordeón hasta el clarinete bajo. Se obsesionó por el sonido del saxo cuando conoció a Corky Corcoran.
El frustrante servicio militar le regaló la amistad del pianista Lennie Tristano. En 1948, tras una gira con la orquesta de Buddy Rich, decidió instalarse en Nueva York. Era discípulo de Tristano y tocaba en su grupo regularmente. Los años neoyorquinos le proporcionaron también la posibilidad de tocar junto con Lee Konitz.
De regreso a Los Angeles, durante 1966 se abocó a la enseñanza y se unió a Clare Fischer. Supersax marcó su regreso a los escenarios en 1972. Konitz le marcaba una agenda de giras por Europa hasta que la Nueva York se hizo inevitable. Europa también lo escuchó en formación de cuarteto junto con Lou Levy a lo largo de los años 80.
Marsh grabó con hitos de la historia del jazz, desde Tristano y Konitz, hasta Art Pepper y Bill Evans. Si sus referencias juveniles fueron Coleman Hawkins y Ben Webster, su adultez estuvo marcada por Lester Young y Charlie Parker, dos universos de los que se apropió y que se manifestaron en su movilidad extrema, en su acentuación casi siempre imprevisible, también en la tremenda regularidad del tempo --que no hacía más que dejarle ancho margen para improvisar, con un perfecto soporte de la sección rítmica. Esa estricta relación con el tiempo junto con un gusto particular por las tradiciones europeas, vibraban en sintonía con los intereses de Tristano. Comparado con frecuencia a Lee Konitz (por la analogía de sus timbres, más allá de la diferencia de instrumentos), se distinguió, sobre todo, por su total emancipación con respecto a la melodía. Su sonido recto, exento de vibrato, mostraba ya en los años 50 su audacia expresiva y lo acerca al moderno Anthony Braxton.
La experiencia de Europa, los años neoyorquinos habían empapado de vanguardismo su talento. Eligió volver a Los Angeles, y falleció repentinamente sobre el escenario del Donte´s mientras improvisaba sobre Out Of Nowhere.

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