sábado, 21 de marzo de 2009

Bare Bones, nuevo cd de Madeleine Peyroux



La cantante y guitarrista Madeleine Peyroux presenta la primera colección de canciones propias en su nuevo álbum “Bare Bones”.

Inaugurando la serie de lanzamientos consecutivos de las grandes voces femeninas del jazz actual -que se completará con la vuelta de Diana Krall en abril y Melody Gardot en mayo- la franco-americana Madeleine Peyroux da hoy a conocer su trabajo “Bare Bones”.

El sucesor de los “Careless Love” (2004) y “Half The Perfect World” (2006) contiene sólo composiciones de las que Madeleine fue parte desde el principio, convirtiéndose en su trabajo más íntimo y personal. Nuevamente con la producción del legendario Larry Klein, “Bare Bones” es entonces un álbum de exploración, que llega a su esencia artística, pasando por estados emocionales variados que van de la cautela a la pérdida, la aceptación y finalmente a la esperanza.



“Esto es realmente una nueva experiencia para mí; es casi como si volviera a hacer mi primer disco”, dice Madeleine. “Larry fue realmente la primera persona que me dijo, ‘Vamos a escribir todas las canciones del disco, es algo que tendrías que hacer’. Yo había coescrito con él un par de veces en el pasado, pero esto fue un gran salto para mí como compositora, y también una profunda exploración como coautora, no sólo en la experiencia de escribir, sino también por el mensaje que yo quería transmitir.” continúa Peyroux.

“Instead”, abre el disco, es el primer single y precisamente su mejor carta de presentación: escrita junto a su amigo Julian Coryell, tiene un tono vitalista que propone apreciar el lado positivo de las cosas ‘en vez de’ su contra-cara oscura, algo que vine bien en tiempos de una crisis global tan profunda como la actual.

La deslumbrante “River of Tears” y la oscura road movie “Love and Treachery” evocan a Leonard Cohen en su cristalina precisión y su tensión emocional mantenida. La rica en imágenes “You Can’t Do Me” empieza con un groove que recuerda a los mejores temas de Steely Dan y, de hecho, está escrita con uno de sus miembros, Walter Becker. Una especie de madrigal posmoderno, “Our Lady of Pigalle” habla de una mujer que está paseando por las calles muy tarde de noche, y a la que un hombre invita a irse a la cama con él. Y “I Must be Saved”, compuesta íntegramente por Peyroux, describe “el esfuerzo de no perder algo, sólo para darte cuenta más tarde de que vas a perderlo de todas formas: si me pierdo en tu mente, en tus pensamientos, entonces tengo que salvarme”.

Desde el punto de vista estructural, sus objetivos como una cantautora que busca la síntesis (“no incluir nada en la canción que no necesite estar ahí, pero sí contar lo suficiente de una historia como para conseguir todo lo que necesita”) se cumplen aquí en su grado máximo.

“En muchos sentidos, este disco es mi intento de expresar una filosofía de vida”, confiesa. “Por eso decidí titularlo Bare Bones, porque la mayoría de estas canciones son un modo de profundizar en la esencia de lo que creo que importa de verdad”.

Mientras que la composición del disco llevó una buena parte de varios años, la grabación en Los Angeles quedó completada en menos de una semana gracias a la comunicación reinante entre Peyroux y los grandes instrumentistas: Dean Parks en guitarras y otras cuerdas, Larry Goldings al órgano, Jim Beard en piano, la batería de Vinnie Colaiuta, Carla Kihlstedt en violín y el mismo Klein que toca el bajo. El disco se grabó casi todo ‘en vivo’, compartiendo el espacio del estudio para darle un sabor más orgánico: hicieron la canción que da título al álbum en una sola toma, “Homeless Happiness” en dos y ninguna necesitó más de cuatro o cinco.



www.madeleinepeyroux.com

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